viernes, 23 de julio de 2010

CHAU NUMERO TRES

Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
seguro sin seguro
te dejo frente al mar
descifrándote a solas
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono
estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.




MARIO BENEDETTI

MUCHO MAS GRAVE



Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabes tan objetivamente como yo.
Sin embargo hay algo que quisiera aclararte,
cuando digo todas las parcelas,
no me refiero solo a esto de ahora,
a esto de esperarte y aleluya encontrarte,
y carajo perderte,
y volverte a encontrar,
y ojalá nada mas.
No me refiero a que de pronto digas, voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta, bueno llora.
Y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizás por eso salga enseguida el sol.
Ni me refiero a solo a que día tras día,
aumente el stock de nuestras pequeñas y decisivas complicidades,
o que yo pueda creerme que puedo convertir mis reveses en victorias,
o me hagas el tierno regalo de tu más reciente desesperación.

No.
La cosa es muchisimo mas grave.
Cuando digo todas las parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo,
también estas reescribiendo mi infancia,
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran,
y vos en cambio sabes que eso no sirve.
Quiero decir que estas rearmando mi adolescencia,
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos,
y vos sabes en cambio extraer de ese páramo,
mi germen de alegría y regarlo mirándolo.
Quiero decir que estas sacudiendo mi juventud,
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos,
esa sombra que nadie arrimo a su sombra,
y vos en cambio sabes estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas,
y quede la armazón de mi verdad sin proezas.
Quiero decir que estas abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia,
este extraño confín de angustia y nieve,
esta bujía que ilumina la muerte,
este precipicio de la pobre vida.
Como ves es más grave,
Muchisimo más grave,
Porque con estas o con otras palabras,
quiero decir que no sos tan solo,
la querida muchacha que sos,
sino también las espléndidas o cautelosas mujeres
que quise o quiero.

Por que gracias a vos he descubierto,
(dirás que ya era hora y con razón),
que el amor es una bahía linda y generosa,
que se ilumina y se oscurece,
según venga la vida,
una bahía donde los barcos llegan y se van,
llegan con pájaros y augurios,
y se van con sirenas y nubarrones.
Una bahía linda y generosa,
Donde los barcos llegan y se van
Pero vos,
Por favor,
No te vayas...




MARIO BENEDETTI

viernes, 2 de julio de 2010

01 julio 2010

El día pintába para bien, pero mientras se acercabán las horas, empece a impacientarme,

grabé tu número en mi celular para llamarte y confirmar que solo era paranoia,

pero no lo hice y fui... y a minutos de gopear tu puerta, me preguntaba en la forma mas correcta de saludarte:

"hola" y pasar... "hola" besarte en la mejilla y entrar... "hola" y besarte apasionadamente como la última vez,

en ese mismo lugar, cuando no te queria soltar y volver a la cruda realidad...

de acuerdo, segunda opcion no estuvo mal.


A los segundo me abrazaste, y tuve miedo responderte... Sentia tus manos suaves rodeando mi cintura, tus labios besando mi cuello, el comienzo de mis pechos... y me rendí... te seguí...

te seguí a ese idilio frustrado del cual éramos cómplices... perfectos para mí.

Nos dejamos llevar por el salvajismo carnal que nos tenía de rehén,

y sobre las sábanas desnudamos el alma... y también algo mas...


Me complemente a tu cuerpo, y quizás fue mutuo... no lo sé.

Mire tus ojos y me perdí en ellos.

Me entrelace a tus piernas como enredadera y temí soltarte... temí caer...

caer y despertar y no tenerte a mi lado...


Me hablaste del amor y del miedo... y te creí

del qué pasaría si nos enamoramos... y te mentí.

no le temas a lo imposible amor mio, no lo hagas

vivamos bajo estas goteras que predicen la tormenta... a lo lejos... quizás.


Soltaste tu furia amedrentada por la sociedad,

y sentí que te veía despertar, al abrir tus ojos, de ese útopico sueño que se podía tocar,

me miraste, y bese tu boca... suave, muy suave, y hasta ingenua llegue a pensar,

pero una pequeña corriente fria, quizás, marco el final...